No te quedes en silencio
Digamos NO a la violencia hacia mujeres y niñas

 

 
 

¿Qué hacer si… sos testigo o conocés a una mujer que está viviendo un episodio de violencia?

Lo primero es no desentenderse del problema.

Dar señales para que se note que se está prestando atención a lo que ocurre: por ejemplo, aplaudir, hablar en voz alta o hacer algún ruido para que el agresor se dé cuenta que hay alguien atendiendo a lo que está haciendo.

También se puede llamar a las líneas de atención y denuncia y, de ser necesario, pedir que se acerquen los servicios de emergencia.

¿Qué hacer si… conocés y/o tenés amistad con una mujer que es víctima de violencia?

Intentar hablar con ella, animarla a contar lo que le pasa y que no se encierre en su problema. Para las mujeres en esta situación en general es muy difícil reconocer que son agredidas por sus parejas o ex parejas.

No poner en duda lo que cuente la mujer, no decirle que “no puede ser”. Tratar de ponerse en su lugar y comprenderla.

Orientarla para que busque ayuda especializada.

 ¿Qué hacer si… estás sufriendo violencia?

Lo más importante es buscar apoyo. Las situaciones de violencia no se solucionan solas, en general, se repiten en un círculo cada vez más grave del que es difícil salir. Es necesario pedir ayuda y protección a personas de confianza, que puedan escuchar, acompañar y/o ayudar.

Consultar por asesoramiento y orientación -psicológica, social y legal- en un servicio o profesional especializado, gubernamental o de una ONG.

Si después de un episodio de violencia el agresor pide perdón y dice que no va a volver a hacerlo, consultar igual y prestar atención a las señales, porque si ha pasado una vez es habitual que vuelva a repetirse otro episodio de violencia.

¿Qué hacer ante una violencia física o sexual?

Acudir al hospital o centro de salud público: para recibir atención en caso de lesiones físicas y para que queden registradas pruebas útiles, si luego se decide realizar la denuncia.

Si fue víctima de una violación, es importante concurrir al servicio médico sin lavarse ni cambiarse de ropa, y decir lo que pasó para que sepan cómo tratarla y se preserven los antecedentes y pruebas.   

También se puede hacer una denuncia. Antes de tomar esta decisión, es importante tener una red de personas preparada para acompañar y apoyar durante el proceso.

 

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